1.- Un blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico, no es un tratamiento meramente estético que se puede hacer en cualquier lugar. Es decir, es un tratamiento por el que puedes modificar el color de los dientes haciéndolos más claros y debe ser efectuado por un dentista ya que él conoce los requisitos previos de salud que debemos cumplir.

2.- Normalmente, no es doloroso. Es posible que en algún paciente con sensibilidad extrema pueda sentir dolor, pero se produce como la sensibilidad a un helado o a una bebida muy fría. Además, sabiéndolo se puede tratar para que no suceda o controlarlo para evitar que vaya a más o que llegue a ser molesto. Habitualmente es momentáneo y se soluciona de forma espontánea. En ocasiones es necesario hacer algún tipo de medida, por ejemplo, utilizar pastas dentífricas que colaboren en hacer que la sensibilidad se atenúe y llegue a desaparecer.

3.- Las compras vía Internet siguen en aumento ya que podemos encontrar miles de productos impresionantes pero a la hora de relacionarse con nuestra salud hay que pensarlo dos veces antes de adquirirlos, todo blanqueamiento realizado en un lugar no autorizado (es decir, un lugar que no sea una clínica odontológica) puede tener graves consecuencias para nuestra boca, no podemos asegurar exactamente qué ingredientes contienen estos productos mágicos  y debemos tener bien claro que podrían dañar todos los dientes de forma severa. Siempre acude con un profesional, primero está tu salud.

4.- Uno de los principales factores que hace oscurecer el color de los dientes es el paso del tiempo y por otra parte, hay alimentos y bebidas que influyen en el color de los dientes antes, durante y después del blanqueamiento pero realmente lo que más influye son tomar medidas higiénicas inadecuadas, si no es posible realizar un buen cepillado tras la ingesta podemos controlar las dietas con alimentos con mucho colorante...  Por ejemplo, en las personas que fuman o mascan tabaco, combinado con una mala higiene bucal, es más fácil que el diente se oscurezca. 

5.- Y por último, un mito que debemos mencionar trata sobre las pastas de dientes blanqueadoras. No hay pastas de dientes blanqueadoras, simplemente devuelven al diente su color original pero no llegan a blanquear. Las pastas realmente blanqueadoras no se pueden comprar en farmacias, en grandes establecimientos o por Internet porque son productos que deben ser autorizados por un dentista explicando la forma de manejo y realizando la colocación del producto de forma correcta.

Si estás interesado en realizarte este tratamiento recuerda siempre acudir con tu odontólogo de confianza para resolver todas sus dudas de mejor forma.

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